Conjuro

Hoy lanzo el conjuro del bosque: Los cielos van a saltar suavemente, ordenando el inmenso tapete de hojarasca, deslizarán leves sonrisas de esplendor al interior de cada rama. El agua vivirá, morirá y volverá a vivir, pero nada será igual a su paso, excepto las canciones de trovadores que inciden en los mismos puntos que incidieron los druidas, monjes, filósofos, vagabundos: Todos ellos tenían un lamento y un sí y un cuando, un silbido que causaba lluvias diamantinas en helados mundos de piedras miniatura. Vamos a dejarlos que leviten, dijeron algunos, como errantes distorsiones magnéticas, siempre felices. Hoy quedara plasmado ese sueño conjurado: Siempre verde, siempre altivo, siempre bosque de rotundos cabellos, siempre notas de maderas, cellos, sonidos crepusculares y gozosos, tiranos de la mañana, infalibles movimientos perpetuos. Hoy el bosque me conjura: Estoy ahí. Soy yo.

Amigos

Te saludo desde mis mañanas brillantes desde mi corazón imperfecto, desde mis brazos vacíos, desde mis pies animosos. Hay un lugar inmenso donde cabe tu recuerdo y un lugar eterno donde cabe tu amistad. Te saludo con mil disculpas, con mil malabares con mil chocolates Quiero robarte una sonrisa Quiero que me recuerdes como el necio incorregible que soy, empeñado en ser bueno, amable, valiente, incluso, alguien mejor, incluso, alguien como tú... Hoy, como ayer, como mañana, te invito: Seamos amigos Por siempre.