viernes, 3 de octubre de 2014

Desde tu constelación siento

La luz que emana de tu piel La curva proyección de tu mirada Utópica, fantástica Simplemente, princesa Dime, ¿Cómo haces para brillar intensamente? ¿Cómo, increíblemente, partes en dos al mundo Con tu sonrisa radiante? Hubo un tiempo también en el que creí brillar. Aun creo brillar. Pero hace tanto frío en mi corazón Mil pájaros de hielo ocultan la aurora De tu risa, De tu voz Y tengo que bañarme en marejadas de Inquietas agujas Tan inquietas como el bullicio taladrante De la vida Tan agitadas como tu corazón melancólico De otros tiempos Tam sonoras, tan reales, directas, Irreverentes, atónitas criaturas de Pensamientos tumultuosos De miradas que indagan y escudriñan Aprendí que debo mirarlas también Pero, a pesar de todo, sus miradas Abofetean por su falta de luz No importa que llenen el universo Importa que tu has vaciado el universo de mí. Importa que no me extrañes ni un poquito Que no me piensas Que ni en sueños te dignas verme. Aun puedo verte Aun me ciegas Es asi como la idea de que todo se originó En ti, desde tu ombligo mismo Señora de inclemente belleza Amazona electrizante, delicada y maravillosa Bienaventurado quien te adora, Quien bebió estrellas de tu mirada Quien toca las puertas de tu alma Quien decide que los portazos son solo El inicio del rigor El rigor del frio del infierno Y aún así sonríe feliz. A.R.

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